Dhole surf trip, Federico Ianicelli
“Tha gray and lonly experience”
Parte 1: Sur de Lima
Luego de unos cuantos meses de estar reposando, esperando que sanen las heridas de un loco accidente. Leía un gigantesco cartel que decía “Bienvenidos a Perú” y se repetía en varios idiomas. Solamente pensaba que necesitaba urgente volver a la acción.
Siguiendo los consejos del Sixa, y negociando un poco, me encontraba viajando por la panamericana en un taxi green (compañía oficial de taxis del aeropuerto) rumbo a lo que seria mi primer destino de
Surfing, Pta. Hermosa. El camino va bordeando la costa y ya podía sentir la energía del pacifico. El mar me recibió con olas de 2mts; no lo podía creer!!!!!!!!!!
La vuelta al agua no fue fácil, si bien estaba súper emocionado, tenia que probar que mi brazo volviese a funcionar como si nada hubiera pasado* . Los músculos de mi extremidad izquierda se habían esfumado tras 4 meses de yeso y las placas de acero que aún hoy conservo no me daban mucha confianza.
Pero estaba ahí en “La Isla” una derecha con mucha fuerza, en sus dos secciones, el fondo de rocas que le da ese power y genera tanta perfección.
El swell del SW entraba perfect y no había mucho crodw. Se podía ver como a lo lejos hacían townin en Pta. Rocas y Kontiqui
La temperatura del agua solo exigía traje largo; aunque al principio se sentía bastante el frío luego de la remada que te llevaba al pico y surfear una ola tras otra, el cuerpo entraba en calor.
Pero como ya es sabido, lo bueno dura poco, si bien durante los tres primero días no hice otra cosa que surfear, comer y dormir. El domingo el oleaje desapareció y caí en la realidad. Me encontraba solo en un balneario casi deshabitado pero súper contento y con muchas energías. Pasaron dos días realmente me sentía solo. Fui en busca de una compañía y fue muy fácil dar con “El Che Mario” (afamado tablista local y el mas meticuloso parchador de tablas) y su familia quienes me invitaron a quedarme en el taller de tablas que también es su casa. El silencio, una bahía muy tranquila como su nombre lo indica.
No solo estaba parando en un lugar soñado, sino que había conseguido un buen pata para surfear, -El rober-, un ladino de16años que la rompe!!!! además conocía todos los points y día a día surfeabamos olas diferentes con tamaño medio 1,50mts y distintos fondos, lo que genero que vaya entrando en estado nuevamente. Hasta que exactamente a una semana de haber llegado otro swell golpeaba contra la costa peruana... esta vez fue mas potente, olas de 3mts y mas; el primer día estaba pasado y esperamos ansiosos al próximo amanecer. Se escuchaba muy fuerte el sondo de las olas, realmente un espectáculo sonoro y visual.
Nunca olvidare la entrada de ese día, fue en la playa señoritas, rolaban unas derechas perfectas, con tubos muy limpios y había solo 8 personas en el agua, el corazón me latía a mil, un poco por la emoción y otro poco porque habíamos trotado casi 2km. Pero el mar me recibió como uno se lo merece, cuando iba remando hacia el point dos delfines, uno a cada lado me escoltaron por unos segundos, algo increíble. El día de surf fue de los mejores. Maniobras, tubazos y mas maniobras.
Los días que siguieron fueron muy copados, pudimos correr varios spot hasta que literalmente agotamos las olas.
El swell paso y luego de unos días de trabajo en el taller de Mario logre convencerlo de que Rober me acompañe a las playas del norte.
Parte 2 : norte de Perú
Nos dijeron que viajemos de noche ya que la monotonía del desierto es muy heavy así que nos encontrábamos en la terminal del centro de lima a la espera del bus que nos llevaría a 1500km hacia el norte casi con la frontera ecuatoriana. Dormimos viajando y para media tarde del día siguiente estábamos en “Los Órganos” una playa muy copada de clima tropical todo el año pero solo tiene olas cuando llegan los sweles del norte o sea en verano. la temperatura del mar permite surfear calani *
Ahí nos contactamos Pablo y Fran, viejos amigos de Necochea que hace un par de años se instalaron y armaron “ Kahuma “ hospedaje, escuela de surf y fabrica de tablas.(http://www.kahumasurf.com/) . Ese día nos prestaron unos longboards y pudimos disfrutar de la punta de órganos, una izquierda chiquitina pero muy larga.
La posta estaba tan solo a 40km de distancia, yendo para el sur, haciendo trasbordo en la ciudad de talara, luego de 20min de camino por medio del desierto, se llega al pueblo fantasma de lobitos, un citio que quedo perdido en el tiempo, fue una base militar inglesa y luego fue abandonado; los lugareños saquearon todo y así quedo . actualmente hay una base militar peruana, un pequeño poblado y cuatro iglesias evangélicas que pretenden cambiar el mundo y lo mas importante de todo unos cuantos kilómetros de playas donde rompen las izquierdas mas perfectas que jamás haya visto.
El primer día corrimos “piscinas”, como el nombre lo indica, es literalmente una pileta de olas, el pico esta a dos metros de una laja en la que podes quedarte parado esperando el set. La izquierda rolaba de metro y medio, con la primer sección rápida muy maniobrera y cuando llegaba a la orilla se lanzaba un tubito muy copado. El point queda dentro de la base militar así que para entrar te piden una documentación
.
“Tha gray and lonly experience”
Parte 1: Sur de Lima
Luego de unos cuantos meses de estar reposando, esperando que sanen las heridas de un loco accidente. Leía un gigantesco cartel que decía “Bienvenidos a Perú” y se repetía en varios idiomas. Solamente pensaba que necesitaba urgente volver a la acción.
Siguiendo los consejos del Sixa, y negociando un poco, me encontraba viajando por la panamericana en un taxi green (compañía oficial de taxis del aeropuerto) rumbo a lo que seria mi primer destino de
Surfing, Pta. Hermosa. El camino va bordeando la costa y ya podía sentir la energía del pacifico. El mar me recibió con olas de 2mts; no lo podía creer!!!!!!!!!!
La vuelta al agua no fue fácil, si bien estaba súper emocionado, tenia que probar que mi brazo volviese a funcionar como si nada hubiera pasado* . Los músculos de mi extremidad izquierda se habían esfumado tras 4 meses de yeso y las placas de acero que aún hoy conservo no me daban mucha confianza.
Pero estaba ahí en “La Isla” una derecha con mucha fuerza, en sus dos secciones, el fondo de rocas que le da ese power y genera tanta perfección.
El swell del SW entraba perfect y no había mucho crodw. Se podía ver como a lo lejos hacían townin en Pta. Rocas y Kontiqui
La temperatura del agua solo exigía traje largo; aunque al principio se sentía bastante el frío luego de la remada que te llevaba al pico y surfear una ola tras otra, el cuerpo entraba en calor.
Pero como ya es sabido, lo bueno dura poco, si bien durante los tres primero días no hice otra cosa que surfear, comer y dormir. El domingo el oleaje desapareció y caí en la realidad. Me encontraba solo en un balneario casi deshabitado pero súper contento y con muchas energías. Pasaron dos días realmente me sentía solo. Fui en busca de una compañía y fue muy fácil dar con “El Che Mario” (afamado tablista local y el mas meticuloso parchador de tablas) y su familia quienes me invitaron a quedarme en el taller de tablas que también es su casa. El silencio, una bahía muy tranquila como su nombre lo indica.
No solo estaba parando en un lugar soñado, sino que había conseguido un buen pata para surfear, -El rober-, un ladino de16años que la rompe!!!! además conocía todos los points y día a día surfeabamos olas diferentes con tamaño medio 1,50mts y distintos fondos, lo que genero que vaya entrando en estado nuevamente. Hasta que exactamente a una semana de haber llegado otro swell golpeaba contra la costa peruana... esta vez fue mas potente, olas de 3mts y mas; el primer día estaba pasado y esperamos ansiosos al próximo amanecer. Se escuchaba muy fuerte el sondo de las olas, realmente un espectáculo sonoro y visual.
Nunca olvidare la entrada de ese día, fue en la playa señoritas, rolaban unas derechas perfectas, con tubos muy limpios y había solo 8 personas en el agua, el corazón me latía a mil, un poco por la emoción y otro poco porque habíamos trotado casi 2km. Pero el mar me recibió como uno se lo merece, cuando iba remando hacia el point dos delfines, uno a cada lado me escoltaron por unos segundos, algo increíble. El día de surf fue de los mejores. Maniobras, tubazos y mas maniobras.
Los días que siguieron fueron muy copados, pudimos correr varios spot hasta que literalmente agotamos las olas.
El swell paso y luego de unos días de trabajo en el taller de Mario logre convencerlo de que Rober me acompañe a las playas del norte.
Parte 2 : norte de Perú
Nos dijeron que viajemos de noche ya que la monotonía del desierto es muy heavy así que nos encontrábamos en la terminal del centro de lima a la espera del bus que nos llevaría a 1500km hacia el norte casi con la frontera ecuatoriana. Dormimos viajando y para media tarde del día siguiente estábamos en “Los Órganos” una playa muy copada de clima tropical todo el año pero solo tiene olas cuando llegan los sweles del norte o sea en verano. la temperatura del mar permite surfear calani *
Ahí nos contactamos Pablo y Fran, viejos amigos de Necochea que hace un par de años se instalaron y armaron “ Kahuma “ hospedaje, escuela de surf y fabrica de tablas.(http://www.kahumasurf.com/) . Ese día nos prestaron unos longboards y pudimos disfrutar de la punta de órganos, una izquierda chiquitina pero muy larga.
La posta estaba tan solo a 40km de distancia, yendo para el sur, haciendo trasbordo en la ciudad de talara, luego de 20min de camino por medio del desierto, se llega al pueblo fantasma de lobitos, un citio que quedo perdido en el tiempo, fue una base militar inglesa y luego fue abandonado; los lugareños saquearon todo y así quedo . actualmente hay una base militar peruana, un pequeño poblado y cuatro iglesias evangélicas que pretenden cambiar el mundo y lo mas importante de todo unos cuantos kilómetros de playas donde rompen las izquierdas mas perfectas que jamás haya visto.
El primer día corrimos “piscinas”, como el nombre lo indica, es literalmente una pileta de olas, el pico esta a dos metros de una laja en la que podes quedarte parado esperando el set. La izquierda rolaba de metro y medio, con la primer sección rápida muy maniobrera y cuando llegaba a la orilla se lanzaba un tubito muy copado. El point queda dentro de la base militar así que para entrar te piden una documentación
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